Tuesday, April 5, 2011

That's how business works

Así eran las cosas. Así se lo habían explicado su old fashioned family y Jonatan, el vecino jodón que sólo abría la boca para quejarse del gobierno, de los impuestos, de los gringos, de la fila o cualquier stupid thing que se le viniera a la stupid mind. Ahora no podía hacer nada, frente a él tenía a quién-sabe-quién, personaje importante de la política local or something like that. Recibiría un premio, alguna beca estudiantil (no era estudiante desde hacía ocho años) y las felicitaciones de toda aquella bola de snobs fresones que lo alababan como si en verdad fuera un gran escritor. La ceremonia se dibujaba larga y desastrosa, con ese ingrediente infaltable y obstinado que es el aburrimiento. Fake smiles here and there. Lo bueno es que comería gratis, incluso con la crisis menor que sufría la ciudad, el gobierno se había tomado el lujo de llenar la barriga de sus invitados en cada evento que organizaba y éste no era la excepción.

Después de recibir el premio se sentó en una mesa donde sólo uno lo conocía, el resto era un grupo de empresarios que probablemente no habían agarrado un libro desde que se fusilaron “Fundamentos de Economía” del uno al tres. Esa gente le caía mejor, por rica y tonta. Se pasaban la vida tomando decisiones que les permitiera ganar más dinero y el resto del mundo les íbamos y veníamos igual. Eso sí, no jodían a nadie y sí lo hacían era “por negocios” (that’s how the business works, I’m sorry baby), eran más honestos que el grupo de escritores locales que se dedicaba a lamerle los huevos en cada premiación pero, apenas salían de la ceremonia, se pasaban la vida publicando columnas o críticas despedazadoras hacia su obra, siempre escondidos en pseudónimos que no servían ni para engañar a su mother and father. Ya sabía como funcionaban estas premiaciones, su padre y su madre y su vecino Jonatan, el jodón, se lo habían explicado en diferentes etapas de su vida. Ahora sólo estaba esperando a que cortaran algún cordón o despidieran a todo el mundo para irse a reunir con sus amigos en el bar de la esquina de su casa y ponerse hasta la madre porque, después de veintinueve años, no conoce todavía una mejor forma de festejar la vida.

No comments:

Post a Comment